Antiguamente saber mecanografía era lo más de lo más. Si querías trabajar como secretaria o alcanzar un buen puesto de oficina, tenías que demostrar que sabías mecanografía. Hoy día, los tiempos han cambiado y parece que ya no se habla tanto de esta técnica de escritura a máquina que sin embargo nos reporta tantos beneficios seamos trabajadores o estudiantes. Y es que, ¿Quién no se pasa un montón de horas frente a un ordenador para hacer trabajos, redactar emails, etc., etc.? Por eso y por mucho más, la mecanografía se sigue recomendando. Por ejemplo, si vas buscando un trabajo de oficina y quieres que te cojan, lo mejor que puedes hacer es tener un curso de mecanografía; la empresa quiere que le seas productivo y escribir no demasiado rápido… no les sirve; si eres estudiante universitario, vas a tener que entregar muchos trabajos cada trimestre, la mejor forma de optimizar tu tiempo es escribiendo de forma rápida.
Pero, ¿Cómo debemos aprender mecanografía? Pues, lo primero y más importante, debes ser paciente, La mecanografía requiere un tiempo y como todo en la vida necesita de constancia. No quieras aprenderlo todo rápidamente, haz tus ejercicios de mecanografia correctamente y despacio; tres veces en semana, es lo ideal. Por otro lado, hoy día hay cientos de posibilidades, en Internet puedes encontrar el curso que más te guste, es muy importante que te sientas motivado para coger y continuar tu curso con ganas. Por otro lado, no te olvides de adoptar una postura correcta, pensarás que te lo decimos para que evites dolores de espalda, pero no solo eso, una postura correcta te facilita mayor agilidad con los dedos.
Así es que recuerda: primero siéntete motivado y ten claro que quieres conseguir aprender mecanografía, elige un curso que te guste y practica tres veces en semana. ¡No hay más secretos!