Para que una vivienda sea apta para residir debe cumplir la normativa de habitabilidad, algo que lamentablemente no ocurre en todos los casos, especialmente en viviendas de gran antigüedad. Es vital que cualquier vivienda, sea del tipo de que sea, tenga el correspondiente permiso o cédula de habitabilidad que demuestre que la vivienda cumple con todas las condiciones para residir en la misma, tal y como indica el decreto 141/2012.
Es importante saber que todas aquellas personas que decidan vender o alquilar una vivienda deben contar con este documento que acredite y demuestre a los nuevos inquilinos o propietarios que se trata de una vivienda apta para vivir en todos los sentidos. También será indispensable contar con este documento a la hora de dar de alta servicios básicos de la vivienda como la luz, el agua o el gas en las compañías correspondientes.
Hay que señalar que aquellas personas que tengan la cédula de habitabilidad deben renovar su expedición cada 15 años, ya que caduca transcurrido este tiempo. Es por ello que resulta indispensable contar con este permiso en cada inmueble y de este modo asegurarse que la vivienda cumple con la normativa y cumple con todos los requisitos mínimos para su habitabilidad.
Por un coste mucho inferior al que te imaginas, podrás contratar los servicios de profesionales en arquitectura que lleven a cabo el análisis exhaustivo y revisión completa del inmueble para poder tramitar la cédula de habitabilidad de la vivienda. En el caso de que la vivienda no cumpla con la normativa, se le informará de todas las medidas a tomar para prevenir cualquier tipo de accidente que pueda perjudicar directa o indirectamente a residentes del edificio así como a terceras personas.
Tan sólo necesitarás una fotocopia del DNI, y en determinadas viviendas (ático, planta baja, entresuelo) la fotocopia de la escritura para poder tramitar la expedición de este documento. Solicita tu presupuesto cuanto antes y consigue cuanto antes tu cédula de habitabilidad.